TRASTORNO ANSIOSO DEPRESIVO.

 Vivir con un Trastorno Ansioso Depresivo:

Entre la Incomprensión y el Autoestigma

Hoy vamos a publicar un relato que nos llega de uno de los usuarios que sigue nuestras publicaciones.

En el torbellino de la vida cotidiana, me veo atrapado entre la presión de ser percibido como alguien "diferente" y el peso de un diagnóstico de Trastorno Mental Grave (TMG), en mi caso, una de las etiquetas, es un Trastorno Ansioso Depresivo.

Este viaje me sumerge en un constante cuestionamiento de mi propia realidad, dedicando un tiempo precioso a discernir entre lo verdadero y las posibles alucinaciones.

Utilizó la expresión "me explico" en lugar de "¿me entiendes?" por respeto hacia quienes me rodean, pero incluso con este esfuerzo, me encuentro solo en la batalla por la comprensión. La constante necesidad de justificarme documentalmente para acreditar lo que digo, ha desencadenado un autoestigma que pesa más que cualquier etiqueta externa.

Imaginen que antes, cuando decía "2+2=5", la gente buscaba entender las posibles razones detrás de la discrepancia. Ahora, con el peso de mi diagnóstico, cuando digo "2+2=4", la respuesta es simple: 

"No le hagas caso, está loco".

Esta frase revela la dificultad que enfrentamos las personas con TMG para ser comprendidas.

En un intento desesperado por mejorar la comunicación, pido que nuestras conversaciones sigan el modelo de las comunicaciones aeronáuticas, con confirmación no solo de la recepción sino también de la comprensión de los mensajes. 

Esta simple práctica podría marcar la diferencia en mi día a día.

El estigma de ser etiquetado como narcisista también afecta mis relaciones, llevándome al aislamiento. La búsqueda de ayuda y comprensión a menudo resulta en indiferencia, incluso por parte de mi psicólogo, dejándome con la pregunta: 

¿Cómo pueden entenderse si ni siquiera me escuchan?

El miedo de perder el control, inspirado por casos como el de la Doctora Noelia de Mingo, me lleva a analizar cada interacción.

Mi constante lucha por evitar la pérdida de control se convierte en un ciclo repetitivo de evaluación y reevaluación.

Reconozco mis problemas, y esto se hizo evidente recientemente al explicarle a mi hija la importancia de abordar las necesidades con calma y sin prejuicios. 

Lamentablemente, sus prejuicios oscurecen su percepción de mis verdaderas intenciones.

Esta soledad emocional se ve agravada por la sensación de traición, creando la firme creencia de que estoy solo, incomprendido y traicionado en este viaje. 

Tengo numerosos ejemplos de traiciones.

A medida que continúo luchando por la comprensión, encuentro más desprecio que aprecio, sumergiéndome en un mundo que parece incapaz de entenderme.

En el próximo video, compartiré más sobre este viaje, destacando la importancia de la empatía y la comunicación efectiva en el manejo de la salud mental. 

Juntos, podemos derribar barreras y

construir puentes hacia una comprensión más profunda.

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